Se acercaban las vacaciones y para mí eso es sinónimo de “viajar”, si no salgo de la rutina de Lima siento que no he tenido vacaciones (no importa si me endeudo, pues si el Perú tiene deudas por qué yo no?, je, je). Además estas vacaciones eran importantes, mi amor las había pedido en Junio por ser la fecha de nuestro aniversario.
Por eso teníamos que escoger un lugar muy especial para ir. Pasaron muchas opciones por nuestras cabecitas, como vivir una aventura en Pacaya Samiria en Iquitos o conocer las cataratas de Ahuashiyacu en Tarapoto. Luego se nos ocurrió ir a Punta Cana, Pensamos que era una combinación riquísima, el sol, la arena blanca y nosotros…uffff!!!
Pero algo hizo que los planes cambiaran de rumbo, mi novio no conocía una de las maravillas de nuestro país y hubiera sido imperdonable que salga del Perú sin antes conocer el Cusco. Además era el lugar ideal para pasar nuestro aniversario, Cusco es mágico, está lleno de belleza, misticismo y energía. Todo un éxito!!!
Con nuestro destino decidido, los dos estábamos más que felices organizando el viaje de aniversario. Antes de que C.B. sea mi novio no viajaba mucho porque según él no tenía motivación alguna, pero ahora dice que a mi lado puede ir hasta el fin del mundo (ohhh!!! lindooo).
Él se encargó de los pasajes y las reservaciones del hotel. Yo organicé el itinerario que incluía los lugares típicos de Cusco Como el Valle sagrado, Machu Picchu, etc. Pero mi itinerario tenía 3 objetivos principales:
1. Comer carne de Alpaca (C.B. no le agradaba mucho la idea je je)
2. Ir a los baños termales de aguas calientes que están en medio de ceja de selva.
3. Subir sea como sea al Waynapicchu (altitud de 2.667 msnm), quien no conoce les cuento que es la montaña que aparece casi siempre como el telón de fondo de la mayoría de fotografías de Machu Picchu.
Por eso teníamos que escoger un lugar muy especial para ir. Pasaron muchas opciones por nuestras cabecitas, como vivir una aventura en Pacaya Samiria en Iquitos o conocer las cataratas de Ahuashiyacu en Tarapoto. Luego se nos ocurrió ir a Punta Cana, Pensamos que era una combinación riquísima, el sol, la arena blanca y nosotros…uffff!!!
Pero algo hizo que los planes cambiaran de rumbo, mi novio no conocía una de las maravillas de nuestro país y hubiera sido imperdonable que salga del Perú sin antes conocer el Cusco. Además era el lugar ideal para pasar nuestro aniversario, Cusco es mágico, está lleno de belleza, misticismo y energía. Todo un éxito!!!
Con nuestro destino decidido, los dos estábamos más que felices organizando el viaje de aniversario. Antes de que C.B. sea mi novio no viajaba mucho porque según él no tenía motivación alguna, pero ahora dice que a mi lado puede ir hasta el fin del mundo (ohhh!!! lindooo).
Él se encargó de los pasajes y las reservaciones del hotel. Yo organicé el itinerario que incluía los lugares típicos de Cusco Como el Valle sagrado, Machu Picchu, etc. Pero mi itinerario tenía 3 objetivos principales:
1. Comer carne de Alpaca (C.B. no le agradaba mucho la idea je je)
2. Ir a los baños termales de aguas calientes que están en medio de ceja de selva.
3. Subir sea como sea al Waynapicchu (altitud de 2.667 msnm), quien no conoce les cuento que es la montaña que aparece casi siempre como el telón de fondo de la mayoría de fotografías de Machu Picchu.
Llegó el día del viaje y ya teníamos todo listo, mi maletota, su maletita, las pastillas para la altura, la cámara grabadora (para hacer un video clip de nuestro viaje) y sus papás nos llevarían al aeropuerto…Pero antes de partir teníamos que despedirnos de nuestra engreída, mi primita Lucía, la que nos deseó buen viaje…Y así con la bendición de una angelita fue que partimos a Cusco….
Continuará…
C.W.