Él es un chico muy atractivo, es sumamente carismático y es de esas personas que te agradan a primera vista ... Entonces es lógico que tenga muchas pretendientes, yo les llamo su “club de fans”.
La presidenta se este “club” es un personaje muy pintoresco, se preguntarán por qué no tengo celos, bueno, es que esta “fan enamorada” es nada menos que una señora octogenaria que vive frente a mi departamento, la Sra. Marujita.
A pesar de bordear los ochenta, andar con bastón y tener el cabello lleno de canitas, es una señora muy activa, nunca se pierde reunión alguna que hay en mi edificio y en especial de todas las reuniones familiares que hacen en mi casa, es la primera en llegar y la última en irse...Come, brinda y baila como una persona de 30 años.
La primera vez que le presenté a mi novio tuvo un comentario agradable hacia él (cosa que me sorprendió porque es muy exigente con sus amistades) Creo que él la impactó. Desde ese día no era raro que nos encontremos con Marujita en la puerta de mi edificio, primero me saludaba amable como siempre, pero cuando lo miraba a él se le dibujaba una sonrisa de quinceañera y le decía “¿cómo está mi caballero?”. Eso me causaba mucha gracia y a mi novio se le subía el color al rostro.
El día del cumpleaños de mi mamá el sueño de Marujita se hizo realidad… Me acuerdo que estábamos sentados C.B. y yo dándonos besitos cuando sentí una voz que nos interrumpió, era Marujita que con su mano extendida y la sonrisa de quinceañera invitaba a bailar a mi novio, a él no le quedó de otra que aceptar, cuando salió a bailar todos los invitados le echaban barras y Marujita estaba en su gloria. Ella le coqueteaba moviéndole el hombro derecho, mientras con el otro brazo sostenía su bastón, le hacía “ojitos” y le decía “muévete”. Era todo un show verla derretirse por C.B; Al terminar el baile se acercó hacia mi y me dijo “cuidado que te lo voy a quitar”.... Jaaaa...
Otro día tocó la puerta de mi casa para buscarlo, le pidió que le traiga pan de una panadería que queda en La Punta, ahí hacen el pan muy rico y ella quería hacer un budín especial. Cuando ella preparó su postre llevó unos pedazos a mi casa, pero a él lo invitó a la suya, le sirvió un pedazo de Budín en su cocina y le dijo que no se vaya hasta que se lo terminé ahí, ella estaba feliz mientras lo miraba comer, ja, ja, ja, me imagino la cara de C.B. tratando de comer lo más rápido posible mientras una abuelita lo observaba con su infaltable sonrisa de adolescente enamorada.
Una noche que estábamos reunidos en mi casa yo estaba comentando sobre mis deudas por ser una compradora compulsiva y dije, en broma, que iba a vender a C.B. para pagar mis tarjetas. Ni bien Marujita escuchó eso me interrumpió y me dijo muy seria : “si lo vendes yo doblo tu oferta, ¿qué dices?”.... yo casi me caigo de la silla...PLOP!!!!
Por estos días Marujita no ha salido mucho de su casa, la han operado de unas cataratas en la vista y ha estado descansando, pero ayer ella no pudo con su genio y salió de su casa sólo un ratito para saludar a mi familia y en especial al chico que le roba sus octogenarios sueños, por el que me imagino suspira en las noches y por el que desearía volver el tiempo atrás para poder tener alguna esperanza de que él se fije en ella.
Creo que él va a ser el último amor platónico que Marujita tenga en su vida, sé que es mi novio, pero es una historia tan tierna y a la vez graciosa, que una señora mayor aún siga ilusionándose con la sonrisa de un chico y sintiendo las maripositas en la barriga que todos nosotros sentimos cuando estamos enamorados. A pesar de que ella se quiera robar a mi novio puedo decir que es admirable que Marujita siendo abuelita no se haya olvidado “la magia que tiene el volverse a enamorar”.
C.W.
La presidenta se este “club” es un personaje muy pintoresco, se preguntarán por qué no tengo celos, bueno, es que esta “fan enamorada” es nada menos que una señora octogenaria que vive frente a mi departamento, la Sra. Marujita.
A pesar de bordear los ochenta, andar con bastón y tener el cabello lleno de canitas, es una señora muy activa, nunca se pierde reunión alguna que hay en mi edificio y en especial de todas las reuniones familiares que hacen en mi casa, es la primera en llegar y la última en irse...Come, brinda y baila como una persona de 30 años.
La primera vez que le presenté a mi novio tuvo un comentario agradable hacia él (cosa que me sorprendió porque es muy exigente con sus amistades) Creo que él la impactó. Desde ese día no era raro que nos encontremos con Marujita en la puerta de mi edificio, primero me saludaba amable como siempre, pero cuando lo miraba a él se le dibujaba una sonrisa de quinceañera y le decía “¿cómo está mi caballero?”. Eso me causaba mucha gracia y a mi novio se le subía el color al rostro.
El día del cumpleaños de mi mamá el sueño de Marujita se hizo realidad… Me acuerdo que estábamos sentados C.B. y yo dándonos besitos cuando sentí una voz que nos interrumpió, era Marujita que con su mano extendida y la sonrisa de quinceañera invitaba a bailar a mi novio, a él no le quedó de otra que aceptar, cuando salió a bailar todos los invitados le echaban barras y Marujita estaba en su gloria. Ella le coqueteaba moviéndole el hombro derecho, mientras con el otro brazo sostenía su bastón, le hacía “ojitos” y le decía “muévete”. Era todo un show verla derretirse por C.B; Al terminar el baile se acercó hacia mi y me dijo “cuidado que te lo voy a quitar”.... Jaaaa...
Otro día tocó la puerta de mi casa para buscarlo, le pidió que le traiga pan de una panadería que queda en La Punta, ahí hacen el pan muy rico y ella quería hacer un budín especial. Cuando ella preparó su postre llevó unos pedazos a mi casa, pero a él lo invitó a la suya, le sirvió un pedazo de Budín en su cocina y le dijo que no se vaya hasta que se lo terminé ahí, ella estaba feliz mientras lo miraba comer, ja, ja, ja, me imagino la cara de C.B. tratando de comer lo más rápido posible mientras una abuelita lo observaba con su infaltable sonrisa de adolescente enamorada.
Una noche que estábamos reunidos en mi casa yo estaba comentando sobre mis deudas por ser una compradora compulsiva y dije, en broma, que iba a vender a C.B. para pagar mis tarjetas. Ni bien Marujita escuchó eso me interrumpió y me dijo muy seria : “si lo vendes yo doblo tu oferta, ¿qué dices?”.... yo casi me caigo de la silla...PLOP!!!!
Por estos días Marujita no ha salido mucho de su casa, la han operado de unas cataratas en la vista y ha estado descansando, pero ayer ella no pudo con su genio y salió de su casa sólo un ratito para saludar a mi familia y en especial al chico que le roba sus octogenarios sueños, por el que me imagino suspira en las noches y por el que desearía volver el tiempo atrás para poder tener alguna esperanza de que él se fije en ella.
Creo que él va a ser el último amor platónico que Marujita tenga en su vida, sé que es mi novio, pero es una historia tan tierna y a la vez graciosa, que una señora mayor aún siga ilusionándose con la sonrisa de un chico y sintiendo las maripositas en la barriga que todos nosotros sentimos cuando estamos enamorados. A pesar de que ella se quiera robar a mi novio puedo decir que es admirable que Marujita siendo abuelita no se haya olvidado “la magia que tiene el volverse a enamorar”.
C.W.